LAS UTILIDADES MARCARON UN RÉCORD DE $ 23.500 MILLONES

El BCRA aprobó el balance de 2009 y dio vía libre al Tesoro para financiarse con su caja

viernes, 16 de abril de 2010

El Tesoro ya tiene luz verde para el uso de un enorme caudal de fondos que puede exigir sin contratiempos. Pero en el Central deben tener cuidado con avivar la inflación

 El primer asunto que se encargó de tratar la cúpula del Banco Central (BCRA) un día después de la ratificación de su presidenta, Mercedes Marcó del Pont, fue el balance de la autoridad monetaria correspondiente al ejercicio de 2009. Tras un largo encuentro, el directorio aprobó, de forma unánime, los resultados registrados el año pasado, después de dedicarle casi todas las horas de su habitual reunión de los jueves a su análisis.

La urgencia en Reconquista 266 por tratar los resultados no es casual. Resulta que entre los aspectos más importantes del balance, sobre todo de enorme interés para la Casa Rosada, se presentaron las utilidades que el Central acumuló por la inversión de sus reservas. Las ganancias acumuladas por el organismo pueden ser transferidas en su totalidad al Tesoro Nacional. En un año en el que el Gobierno está haciendo malabares para conseguir fondos para hacer frente a sus vencimientos, esta caja resulta vital en su financiación, pero para que los giros sean “prolijos” deben realizarse una vez aprobado el balance.

Ahora, con el visto bueno del Central, en Olivos pueden respirar tranquilos, sobre todo ante los formidables números. Según informaron desde el BCRA, el resultado neto del año 2009 alcanzó a $ 23.546.2 millones. La cifra, de una magnitud sin precedentes en las arcas de la entidad, más que quintuplica lo ganado en el ejercicio anterior y coincide con los cálculos de muchas consultoras privadas, que habían estimado ganancias en un rango de entre $ 20.000 y $ 25.000 millones. La realidad es que el ente oficial nunca antes había ganado tanto. En el 2008, por caso, las utilidades fueron por $ 4.585 millones, de los que se transfirieron al Tesoro unos $ 4.400 millones. En los últimos años, lo máximo acumulado por la entidad fue de $ 7.700 millones, en el año 2007.

El abultado dividendo de 2009 responde fundamentalmente a la apreciación de los títulos públicos, motivo por el cual muchos cuestionan la “legitimidad” de estas ganancias. En el balance se detalla que “las partidas más relevantes que lo componen son: $ 1.346.9 millones en concepto de intereses y actualizaciones ganados sobre reservas internacionales, $ 2.489.1 millones por intereses y actualizaciones netas sobre títulos públicos, $ 15.124.2 por diferencias de cotización sobre reservas internacionales y $ 13.840.2 por diferencias de cotización sobre títulos públicos nacionales y $ 1.133.9 por diferencias de negociación de por operaciones con títulos, con Lebac y Nobac y Futuros y Operaciones a Término”.

Ahora lo que resta saber y que el directorio aún no ha tratado, es cómo se hará el reparto de las ganancias al Gobierno. Lo que más preocupa, no sólo en el ámbito privado, si no también entre los directivos del Central, es el impacto inflacionario que tendrá el traspaso de semejante caudal de fondos hacia el Tesoro. Y es que la transferencia de utilidades generará una emisión monetaria que se volcará a la economía. Una de las posibilidades que trascendió es que Marcó del Pont irá girando de a poco las ganancias. La idea oficial es transferir no más de $ 3.000 millones mensuales.

Los economistas están proyectado un piso de 25% anual para el índice inflacionario. Un giro gradual evitaría una invasión de pesos que alimentarían la escalada de precios. De lo contrario, el BCRA deberá más que duplicar su deuda (el stock de Lebac y Nobac hoy alcanza los $ 46.000 millones), a través de la cual esteriliza el circulante monetario y contrarresta la inflación.

Fuente: El Cronista