SE FINANCIA INTERNAMENTE PARA QUE NO INGRESEN DÓLARES

Brasil elige pagar más cara su deuda para evitar que se fortalezca el real

jueves, 15 de julio de 2010

La política implementada por el gobierno brasileño para limitar los avances del real está impidiéndole aprovechar los costos de financiamiento externo más baratos de los últimos 16 meses.

 Las compañías brasileñas ya colocaron este año un récord de u$s 16.000 millones en bonos en en los mercados internacionales. Pero el gobierno de Lula, en cambio, hizo una sola emisión internacional, que lo ayudó a recaudar u$s 788 millones en abril (a pagar en 2021, al 4,56%). En reales, esos bonos rindieron ayer 766 puntos básicos más; es decir, 12,22%.

Los encargados de la política económica intentan evitar los bonos en el exterior porque, con una mayor oferta de dólares, se fortalece aún más al real y se hace menos favorable la competitividad cambiaria para los exportadores locales. En su apreciación contra la divisa estadounidense (de 7,2% desde el 20 de mayo pasado), la moneda brasileña obliga al Banco Central de ese país a realizar fuertes compras diarias de dólares y a elevar las reservas internacionales: desde marzo de 2009, éstas aumentaron un 26%, hasta un nivel sin precedentes de u$s 255.000 millones.

“Brasil interviene constantemente para frenar la apreciación de la moneda. Con semejante influencia, ¿para qué querría el Tesoro agravar el problema e ingresar más dólares?”, comentó a la agencia Bloomberg Siobhan Morden, estratega de deuda de RBS.

La diferencia entre la rentabilidad promedio del bono gubernamental y la tasa interbancaria brasileña de un día se disparó ayer a 476 puntos básicos y marcó la mayor magnitud registrada desde marzo de 2009 hasta hoy, según los datos compilados por Bloomberg y JPMorgan Chase.

“Estratégicamente, cuando las tasas están en este nivel, debería tener más sentido para el Gobierno pedir prestado en el exterior. Pero está visto que tienen otros objetivos a largo plazo”, comentó Pablo Cisilino, analista de Stone Harbor Investment Partners, en Nueva York.

Además de evitar los efectos derivados de la entrada de dólares, el gobierno brasileño quiere tener bajo control su deuda externa y permitir el desarrollo del mercado de bonos locales”, agregó Cisilino.

Brasil, que en cuestiones de deuda está calificado por Moody’s y Standard & Poor’s en el nivel más bajo de las categorías del “investment grade”, tenía obligaciones por un total de u$s 60.000 millones en abril pasado. Bastante menos que en 2001, cuando acumulaba deuda por alrededor de u$s 75.000 millones.

Fuente: El Cronista