Finanzas

El Central dejó de operar futuros para incentivar la demanda de dólares

martes, 17 de agosto de 2010

Desde principios de julio, la autoridad monetaria desapareció del mercado, como forma de incentivar a las empresas y bancos a comprar divisas al contado

Desde que arrancó el tercer trimestre, el Banco Central (BCRA) desapareció del mercado de dólar a futuro.


Así lo corroboran en las plazas donde se opera este producto, fundamental para las empresas vinculadas al comercio exterior que buscan una cobertura para sus transacciones y también de los agentes financieros que especulan con un determinado valor para el tipo de cambio para un plazo que oscila entre un mes y más de casi un año y medio.

Según publica el diario Ambito Financiero, el motivo que llevó al BCRA a dejar de intervenir en este mercado es muy concreto: que aquellas empresas o individuos que busquen cubrirse con la compra de divisas lo hagan en el mercado contado, es decir adquiriendo las divisas en forma inmediata y no a través de operaciones a futuro. Esta modalidad se había extendido aceleradamente en los últimos años.
Incluso al asumir en febrero, en medio de la crisis por el uso de las reservas, Mercedes Marcó del Pont optó por no sacrificar reservas y, en cambio, vendió grandes cantidades de dólares a futuro.

Como resultado, el stock de estos contratos llegó a superar en aquel momento los u$s5.000 millones. También fue un instrumento muy utilizado por Martín Redrado cuando presidía el Central para hacer frente a la fuga de capitales, sobre todo en 2008 y 2009, consigna el matutino.

En el BCRA esperan que esto sirva como paliativo a uno de los principales problemas que enfrenta la autoridad monetaria hace varios meses: una gran expansión de pesos especialmente derivada de la compra de dólares.

Cada vez que el Central adquiere divisas en el mercado cambiario, lo hace a través de la impresión de pesos.

El objetivo, por lo tanto, es que el sector privado (tanto empresas como individuos) colabore también en la compra de divisas y se achique así la oferta excedente del mercado de cambios.

Como se espera que por lo menos en los próximos tres meses continúe la liquidación de divisas por parte del sector sojero, el trabajo de la autoridad monetaria seguirá siendo intenso.

El cumplimiento del Programa Monetario para este tercer trimestre de 2010 luce muy complicado para el BCRA. El límite superior que debe respetarse para el M2 (dinero circulante más cuentas corrientes y cajas de ahorro) es de $214.409 millones.

Sin embargo, promediando agosto, el nivel ya supera los $217.000 millones, señala Ambito Financiero. La Base Monetaria ya crece a un ritmo de un 25,8% en términos interanuales, mientras que la circulación monetaria en poder del público ya lo hace al 27,8 por ciento.

De acuerdo a lo publicado por el matutino porteño, el panorama luce complejo porque las presiones monetarias son muy fuertes, por tres motivos principales:

El Central tendrá que seguir comprando dólares y, por ende, emitiendo pesos. Para que la estrategia de buscar un aumento en la demanda de divisas por parte del sector privado tenga éxito, sería necesario promover cierta volatilidad en el tipo de cambio. Pero hace ya un par de meses que la cotización está prácticamente planchada.

A esto se suma la transferencia de utilidades del Central al Tesoro. En julio fueron $3.000 millones, que van directamente a un aumento en la cantidad de dinero circulante. Y se especula que al menos en agosto se enviaría otro tanto, lo que agregaría aún más presión al cumplimiento del Programa Monetario.

Un tercer factor que puede aparecer próximamente es la línea de préstamos que habilitó el BCRA para las empresas que se comprometan a invertir, por un total de $8.000 millones. Esta suerte de redescuentos es, asimismo, otra fuente de creación de dinero.
El gran problema es que, del otro lado, los mecanismos de absorción de pesos están limitados. Hoy el BCRA apuesta casi toda su artillería a la emisión de Lebac y Nobac, cuyo stock casi se duplicó en los últimos doce meses. Pero con la decisión de no subir las tasas para evitar cualquier enfriamiento de la economía, esa tarea de absorción también se vuelve más pesada.

La otra posibilidad que se barajó, que es la suba de encajes para los depósitos a la vista, fue descartada antes de ser discutida por el directorio, concluye Ambito Financiero en su edición de hoy.  

Fuente: iProfesional