SI BIEN ESTUDIAN LA POSIBILIDAD, LA DECISIÓN SE DEJARÁ PARA FINES DE SEPTIEMBRE

El Central busca la forma de no tener que modificar el programa monetario

lunes, 23 de agosto de 2010

Admiten que tiene costos tanto incumplir las metas como actualizarlas por el mayor crecimiento de la economía. Ya viraron la estrategia en una apuesta por evitar el ajuste

 Si bien gran parte del mercado lo tiene descontado, en el Banco Central intentarán hasta último momento tener que “actualizar” el programa monetario. En este momento están realizando “análisis técnicos” de la situación y la determinación se tomará antes de finales de septiembre cuando termine el tercer trimestre y –dato no menor– el mandato de Mercedes Marcó del Pont (además de cinco directores más, entre ellos el vicepresidente Miguel Angel Pesce).

Sucede que cuando se diseñó el programa monetario, la proyección de crecimiento económico del país que se utilizó fue del 2,5% (la del Presupuesto Nacional), mientras que ahora se habla de una expansión del 8%. “En este sentido, es lógico y deseable que los medios de pago acompañen el crecimiento de la economía”, dicen en el Central.

De todas formas, saben que incumplir o modificar las metas tiene costos. Es más defendible actualizar el programa alegando que la economía triplicó su expansión, que presentarse ante los senadores (que deberán dar el visto bueno en caso de que el Gobierno proponga otra vez a Marcó del Pont) con las metas incumplidas. Así y todo, acotan en Reconquista 266, la idea es evitar tomar cualquiera de las dos decisiones, porque retocar el programa tiene costos en términos de reputación (“en realidad, los programas están para ser cumplidos”, dicen).

Pero en el Central no creen que esté todo perdido. Incluso hacen una diferenciación con lo que está pasando en agosto, en términos de emisión monetaria, que es bastante distinto a julio. Por un lado, el BCRA disminuyó la emisión de pesos como contrapartida de la compra de dólares (en julio adquirieron u$s 1.700 millones mientras que hasta el 20 de este mes, solo u$s 600 millones aproximadamente). Y además, cambiaron de estrategia: ahora moderan su intervención compradora en el mercado spot, y pasaron a hacerlo en el mercado de futuros (donde no se emiten pesos). De hecho, hubo días con picos de compras superiores a los u$s 300 millones en futuros para descomprimir la presión vendedora. En el spot hubo días sin intervención y cuando se hizo compraron volúmenes sensiblemente inferiores a los montos de u$s 100-200 millones como durante julio.

Otro dato que deslizan en el Central es que sigue vigente la política de esterilización vía Lebac y Nobac. En julio absorbieron aproximadamente $ 3.300 millones mediante la colocación de títulos, el mayor monto en lo que va de 2010 y uno de los valores más elevados en términos históricos. Dicen que en los primeros siete meses del año, el BCRA absorbió más del 40% del efecto monetario de las compras de divisas mediante Lebac y Nobac y alrededor de un 30% adicional a través de sus operaciones de pases. “Para determinar las necesidades de esterilización hay que estimar la expansión monetaria en exceso. Para eso hay que considerar qué es lo que está pasando tanto con los factores que influyen en la oferta (como las compras del BCRA en el mercado de cambios) como con aquellos que inciden en la demanda. No puede dejar de considerarse que en julio los agregados monetarios presentan una estacionalidad muy pronunciada, asociada a los cobros del medio aguinaldo y los mayores gastos relacionados con el receso invernal”, alegan en el Central.

Pero, dicen, ahora se está verificando un fortalecimiento de la demanda de dinero, que se vio reflejada en un aumento de aquellas formas de dinero no asociadas a los motivos transaccionales: los depósitos a plazo fijo registraron un crecimiento de $ 1.800 millones (2,5%) en julio, el mayor en lo que va del año, y en un contexto en el que las tasas de interés registraron subas de 0,2 puntos tanto para las colocaciones minoristas (plazos fijos menores a $ 100.000) como en las mayoristas (las superiores a $ 1 millón). Habrá que ver si el cambio de estrategia no llegó demasiado tarde.

Fuente: El Cronista