EN TRES AÑOS, LA CANTIDAD DE JUBILADOS CRECIÓ MÁS DE 30%

Los jubilados y los bancos: un segmento que atienden pocos pero que gana cada vez más peso

jueves, 14 de octubre de 2010

Existen alrededor de 5,2 millones de jubilados en la Argentina y constituyen un nicho que crece para los bancos. Entre las ventajas se destaca que se trata de clientes estables, con excelente niveles de mora y que muchas veces sirve como anclaje para llegar a otros usuarios

A contramano de lo que muchos pueden suponer, el segmento de jubilados, lejos de ser una molestia resulta un negocio rentable y atractivo para los bancos. En rigor, se trata de un sector que está cobrando cada vez más peso en el sistema financiero local. Los expertos explican este fenómeno por el significativo aumento en la masa de jubilados (con las facilidades oficiales, en tres años el número pasó de 3,8 millones a 5,2 millones) y los paulatinos aumentos de los beneficios (haberes jubilatorios y pensiones). Sin ir más lejos, ayer en el Congreso se debatía el incremento de las jubilaciones al 82% del salario mínimo. Concretamente, la ley que propone la oposición busca aumentar las jubilaciones más bajas de $ 1.046 a $ 1.426 este año y a $ 1.508 desde 2011; con mejoras previstas en más del 50% para el resto de los haberes (al cierre de esta edición los resultados de la votación aún no se conocían). Desde el sector financiero, contemplan con buenos ojos la iniciativa.

Y es que con una mayor capacidad de haberes y un universo ampliado, el segmento de la tercera edad se ha convertido en sujeto de crédito para los bancos, en los que hasta poco no se los contemplaba. Un reciente estudio de Deloitte reveló que las entidades financieras ya destinan el 20% de su cartera crediticia a este sector. “El aumento en los haberes de los jubilados fue un motor importante para dinamizar los créditos al consumo y tendrán cada vez más incidencia en estas carteras”, explicó Marcos Bazán, socio de la consultora en diálogo con El Cronista.

Vale aclarar, sin embargo, que el negocio está concentrado en pocas entidades. Además de la banca pública (Banco Nación, Banco Provincia y Banco Ciudad), dentro del ámbito privado, no son más de cinco las entidades que atienden a este segmento. Los principales referentes son Banco Supervielle, Banco Piano, Banco Macro, Banco Columbia y Banco Patagonia.

Los productos que ofrecen para el sector por lo general son básicos: cajas de ahorros, tarjetas de crédito y préstamos personales destinados al consumo. Los costos muchas veces suelen encarecerse porque los seguros, como el de vida, suelen ser más elevados. Pero se destacan es en la atención personalizada que requiere este nicho.

En diálogo con algunos de los líderes, El Cronista consultó sobre la potencialidad y atractivo del segmento. Victor Bescos, Gerente de Productos y Servicios de Banco Ciudad –entidad que desde junio ofrece cajas de ahorro gratuitas al sector– detalló que “el jubilado es un cliente estable, con un excelente comportamiento crediticio, y que además actúa como anclaje para otros usuarios. Por ejemplo, muchos son los jubilados que generan adicionales en sus tarjetas de crédito”. Bescos reconoció que “este año aplicamos una política de bancarización más agresiva. En estos últimos meses casi el 80% de la cartera de jubilados ya tienen cajas de ahorro para cobrar sus haberes. El banquero especificó algunos números que denotan su peso: de cada 10 clientes, 3 son jubilados (1.560), representando un 70% de las cuentas sueldo y un 30% de las cuentas en general.

En Banco Piano, Fernando Coppola, gerente de Crédito al Consumo, explicó que “los jubilados vienen mostrando un crecimiento sostenido. Arrancamos en el año 2.000 con 60.000 de beneficios abonados mensualmente y hoy son 600.000 por mes”. El ejecutivo enfatizó que “es un perfil con una mora que tiende a cero”. A su vez, en los bancos destacan el perfil de jubilado del 2010. Coppola especificó que “el jubilado viene evolucionando. Hace pocos años, el segmento era poco proclive a ciertas herramientas como el cajero, el crédito, los plásticos. Hoy son extremadamente más susceptibles a bancarizarse y están más acostumbrados a acceder a la financiación. Aunque el haber promedio es bajo, es un sector que consume y tiene necesidades y solicita préstamos. En nuestro caso, entre el 30% y 40% de esta cartera solicita un crédito personal, con un monto de $ 4.500 promedio”.

En esta línea, Nerio Peitiado, coordinador de Banca Minorista de Banco Supervielle indicó que aproximadamente un 20% de su cartera de jubilados solicita préstamos y que están creciendo a un ritmo de 4% anual. Por lo general, el jubilado solicita un crédito para comprarle una PC a su nieto, para hacer alguna refacción en el hogar o recurrir a una intervención médica. “En el banco estamos muy cómodos y satisfechos con el nicho y estamos abriendo 7 centros exclusivos para su atención”, añadió. 

Fuente: El Cronista