LAS POSIBILIDADES DE REELECCIÓN DE OBAMA DEPENDE DE QUE BERNANKE TENGA ÉXITO

Pese a la inyección de dinero de la Fed, las dudas sobre el crecimiento siguen en pie

viernes, 05 de noviembre de 2010

Ben Bernanke está presionado para estimular el crecimiento, pero reconoció que su banco no puede resolver solo los problemas económicos

La Reserva Federal debe estar encantada con la reacción inicial del mercado al anuncio de que se compromete a comprar títulos del Tesoro por valor de u$s 600.000 millones para mediados de 2011. Pero para el banco central de EE.UU. la cuestión es ver qué ocurre a continuación.

En una maniobra muy hábil la Fed se las ingenió para alinear las expectativas de mercado y los detalles de la nueva ronda de estímulo monetaria de manera tan ajustada que los mercados apenas se movieron tras el anuncio.

Los rendimientos de los bonos a 10 años treparon al principio pero ahora volvieron a quedar por debajo de 2,5% y las acciones subieron. El dólar cayó, lo que produjo quejas en los países emergentes, pero es improbable que la declinación sea tan marcada como para alarmar a la Reserva.

Estos movimientos dan credibilidad a la primera mitad del argumento del banco central para defender esta una nueva etapa de emisión monetaria: la afirmación de que puede bajar las tasas de interés.

“Este enfoque volvió más laxas las condiciones financieras en el pasado y, hasta ahora, parece que volverá a ser efectivo. Los precios de las acciones subieron y las tasas de interés a largo plazo cayeron cuando los inversores comenzaron a anticipar las medidas más recientes”, escribió ayer Ben Bernanke, presidente de la Fed, en el diario Washington Post.

Pero se presentan incógnitas sobre la otra parte del argumento, la que dice que estas “condiciones financieras promoverán el crecimiento económico”.

Para Bernanke, las tasas hipotecarias más bajas impulsarán a los propietarios de viviendas a refinanciar; las tasas más bajas de los bonos corporativos alentarán la inversión y las acciones al alza fortalecerán la confianza y la riqueza de los consumidores.

Claro que, hasta cierto punto, esto es cierto, pero muchos economistas cuestionan cuánto se puede lograr con el dinero más barato en un momento en que los consumidores están endeudados, el mercado de la vivienda está trabado por las ejecuciones hipotecarias y hay gran incertidumbre sobre el futuro de la política impositiva.

“La debilidad de la recuperación económica se debe a una serie de restricciones que no son monetarias. Sería mucho mejor identificar los factores que inhiben el crecimiento y la creación de trabajo, y encararlos directamente con las políticas apropiadas”, opinó Mickey Levy, jefe de economistas de Bank of America.

Es probable que la reelección del presidente Barack Obama dependa más ahora de que Bernanke tenga éxito en estimular la economía que de cualquier cosa que pueda hacer su equipo. Esto implica que seguramente esperará que la Fed avance agresivamente, pero es improbable que la Reserva haga más de lo considera justificado por su deseo de que la inflación vuelva del 1% actual al 2% que estima coherente con su mandato. Lo último que quiere es ir demasiado lejos, descubrir que la inflación ha subido demasiado y verse obligada a ajustar la política monetaria cuando el desempleo todavía se mantiene elevado.

“La Reserva Federal no puede resolver todos los problemas de la economía por sí sola. Eso demandará tiempo y los esfuerzos combinados de varios factores, incluyendo el banco central, el Congreso, la administración, los reguladores y el sector privado”, dice también Bernanke en su columna.

Por mucho que el Congreso y la Casa Blanca prefieran que la Fed haga su trabajo por ellos, los riesgos y los límites de la emisión monetaria son tales que en cierto punto tendrán que actuar ellos mismos sobre la economía. 

Fuente: El Cronista