Política monetaria

Por qué el Banco Central no piensa devaluar en 2011

jueves, 02 de diciembre de 2010

No hay atraso cambiario”. “No vamos a devaluar”. No son los informes clasificados de WikiLeaks... pero casi.

En el Banco Central, la central de inteligencia donde controlan el valor de la moneda local, entienden que la actual paridad cambiaria se encuentra por encima de un nivel de equilibrio de mediano y largo plazo en cualquiera de sus definiciones usuales. Al menos esto es lo que se desprende de unos papers que fatigan los despachos de distintos funcionarios, incluida Marcó del Pont. Así, resulta entendible que pronostiquen un dólar a $ 4,10 promedio para 2011. Entre los argumentos del BCRA para sostener “planchado” al dólar, uno de los elegidos es el del Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM), que pondera en su cálculo el comercio de la Argentina con los socios comerciales. El cálculo involucra además la evolución de los salarios locales en relación a el de los principales socios comerciales (real, euro y dólar). Sostienen que en todos los casos, el TCR medido así, resulta superior al promedio de los últimos 15 años. En particular, y según los números que manejan en el BCRA, señalan que deflactado por salarios, su nivel actual es un 45,6% superior al promedio de la Convertibilidad.

En el Central también consideran que los precios actuales de los commodities “no están por las nubes” pero reconocen que el superávit es otra de las claves que les sirve de soporte para no tocar el tipo de cambio. “Si existe superávit la economía sigue siendo competitiva”, dicen. Los números que manejan hablan de un fuerte aumento de las exportaciones industriales tanto a Brasil (31.1% últimos tres meses) como al resto de los destinos (31,3%). Para ellos, esto implica que el tipo de cambio actual no afecta la penetración internacional de los productos.

Con respecto a las importaciones, el documento señala que “la evidencia tiende a mostrar aumentos en las mismas impulsados más por la reactivación de la demanda de consumo e inversión y por las mejores expectativas de crecimiento que por un cambio negativo en el tipo de cambio real”.

En el BCRA piensan que si bien los países vecinos tuvieron fuertes devaluaciones en 2008 y eso afectó inicialmente la competitividad, la Argentina también tuvo gradualmente una devaluación nominal respecto al dólar del 32% entre julio 2008 y noviembre de 2010 que significó una importante recuperación. A la vez señalan que paralelamente, las significativas apreciaciones nominales en los países vecinos han complementado esta recuperación de la competitividad. Aquí, la gente del Central se respalda en “analistas que están previendo que esta tendencia hacia la revaluación de las monedas de los principales socios comerciales continúe”.

Existen otros dos elementos que utilizan en el BCRA para “filtrar” pros y contras del tipo de cambio actual: el precio de la soja (competitividad agrícola) y el tipo de cambio real bilateral con Brasil deflactado por salarios (competitividad industrial). Señalan que tanto el tipo de cambio con Brasil como el precio de la soja son muy superiores al promedio 2006-2007, dos años precrisis de alto crecimiento. Argumentan que el precio de la soja promedio en 2006-2007 fue de u$s 242 por tonelada mientras que en los primeros nueve meses de este año el promedio fue aproximadamente un 63,2% superior. Asimismo, el tipo de cambio bilateral con Brasil deflactado por salarios exhibió un valor medio durante 2006-2007 igual a 97,8 y hoy se ubica un 4,6% por encima de ese valor”.

Por último, además de cuestiones relativas a la eficiencia de los sectores productivos, los papers registran también una abierta defensa a la intervención cambiaria. “Si el Banco Central no estuviera activamente interviniendo en el mercado cambiario para comprar todo el excedente de dólares, el tipo de cambio que “limpiaría” el mercado sería mucho más bajo”, reconocen.

 

Fuente: El Cronista