DEJAR LA PLATA EN EL BANCO DIO UN RETORNO DE 6,5% EN DÓLARES

Con el dólar fijo de enero, los bancos captaron $ 3.500 millones en plazos fijos

martes, 08 de febrero de 2011

El tipo de cambio fijo que hasta fin del mes pasado mantuvo Marcó del Pont desalentó el posicionamiento de los ahorristas en moneda extranjera y tornó más atractivo el rendimiento de los plazos fijos en bancos. Eso permitió, a su vez, que la salida de capitales se redujera a u$s 600 millones en ese mes.

Los plazos fijos volvieron a imponerse frente al dólar en las preferencias de los ahorristas a lo largo de enero y dieron espacio al Banco Central para domesticar las tasas de interés del sistema financiero.

Los depósitos del sector privado se incrementaron durante el mes pasado en unos $ 3.500 millones, apuntalados por algunas cuestiones estacionales, y por los mejores retornos que ofrecieron a los inversores en un contexto de dólar planchado.

El pago de aguinaldos, bonus y plus vacacionales que se hace a fin de cada año suele convertir a enero en un mes altamente positivo para el fondeo de los bancos.

Los primeros dos meses del año tienen siempre alguna estacionalidad interesante por los pagos que se dirimen a partir de diciembre. Enero es un mes en el que los plazos fijos funcionan bastante bien, consideró el responsable del área de pasivos de un banco privado.

A este factor se le sumó, esta vez, el mantenimiento de un tipo de cambio que se mantuvo prácticamente fijo durante ese mes y que permitió sacar buenos retornos en dólares a quienes se volcaron sobre los plazos fijos. El dólar sólo se movió un centavo y medio entre el 31 de diciembre y el 31 de enero pasados, desde los $ 4,01 hasta los $ 4,025. Quienes lo eligieron como inversión, obtuvieron una rentabilidad anual del 4,44%. El plazo fijo, en cambio, ofrecía a fin de diciembre un retorno del 11% anual. Los ahorristas que el último día de 2010 decidieron vender sus dólares y depositar sus pesos en el banco, pudieron volver a comprar divisas a fin de enero casi a la misma paridad y hacerse así de un rendimiento del 6,5% en dólares.

Habiendo estado tan planchadas las expectativas de devaluación, el plazo fijo dejó muy buenos retornos en dólares, aún sin necesidad de cubrirse con un contrato a futuro, opinó el economista Federico Bragagnolo.

El pobre retorno del billete tuvo su impacto en la evolución de la salida de capitales: la dolarización en todo el sistema alcanzó los u$s 600 millones según las estimaciones privadas (con datos hasta el 28 de enero), y se ubicó muy por debajo del promedio de los últimos meses. La cifra surge de confrontar el ingreso de divisas al país por las ventas al exterior de cereales y oleaginosas, que representan el grueso de las exportaciones argentinas, con las compras de dólares que realiza diariamente el Banco Central en el mercado cambiario.
Bajo el supuesto de que todos esas divisas que no compra el organismo oficial quedan en manos del sector privado (es precisamente lo que se llama formación de activos externos), la estimación de la fuga de capitales surge de calcular la diferencia entre las exportaciones (u$s 1.421 millones entre el 2 y el 28 de enero) y las compras oficiales en igual período (u$s 822 millones).

El dólar sólo sedujo a unos pocos. Y eso dio margen al Banco Central, a la vez, para domesticar una tasa de interés que se había mostrado en ascenso sobre el final del año pasado.

La tasa que pagan los bancos por los depósitos mayoristas (la Badlar) había escalado 150 puntos básicos en el segundo semestre. Pero en los comienzos de 2011 pareció prácticamente congelada, en el orden del 11%.

La Badlar se mantiene planchada porque nadie que espera que el tipo de cambio se mueva demasiado. Con una política monetaria expansiva como la que alienta el BCRA, que proyecta en un 40% el crecimiento del M2 privado, no hay motivos para que suban las tasas. Lo único que las podrá gatillar es la incertidumbre electoral, agregó Federico Bragagnolo.

 

Fuente: El Cronista