Mercados

El mercado ya apuesta a la tasa

lunes, 14 de marzo de 2011

En los bancos piensan que será mejor negocio que el dólar.

En un año electoral, suelen suceder dos fenómenos conectados: la gente, y muchas empresas, dolarizan sus activos financieros; y, para evitarlo, en la medida de las posibilidades, los bancos suelen subir las tasas para que el público mantenga sus pesos en las entidades y no los trasforme en divisas.

Los últimos movimientos de los bancos indican que este año no sería la excepción. La mejor muestra es la renovada apuesta de las entidades por las Nobac, las notas del Banco Central que ajustan por la tasa Badlar (las que pagan esos mismos bancos por aquellos depósitos superiores al millón de pesos). La Badlar actualmente no llega al 11% anual pero los futuros sobre esa tasa la ubican a fin de año en niveles del 13%. Por esto, quizás, por primera vez desde octubre de 2009, el stock de las Nobac superó al de las Lebac (Letras, que ajusta por una tasa fija), según destaca Econviews.

Claro que la contraparte es la suba del dólar. Pues bien, el grueso de los análisis, excepto que suceda algún tsunami político, ubica al dólar en la franja de los $4,20/4,30 por unidad, una devaluación inferior al 10%. El año pasado la devaluación fue del 4,5%, menos de la mitad de cualquier tasa. Por eso, la tasa volvería a ser negocio. Chico, pero negocio al fin.

La contraparte de esta pax cambiaria es el monumental volumen de deuda en moneda nacional que acumula el BCRA: $ 81.300 millones. Basta con calcular los intereses que debería pagar la entidad a los compradores de sus títulos y restarle las supuestas ganancias financieras por la colocación de reservas, en caso de que lo sigan haciendo, y por los préstamos de corto plazo que otorga a los bancos que tienen necesidades puntuales.

El ejercicio no es menor: en los 70 y parte de los 80 el déficit cuasifiscal del Banco Central produjo más de un sofocón a las cuentas públicas. Hoy, el escenario es diferente, pero muchas veces la historia se repite como una tragedia, no como una comedia.


 

Fuente: iEco Clarin