Salideras / Relevamiento en la ciudad

Pocos avances en seguridad bancaria

lunes, 09 de mayo de 2011

La ley que impide el uso de celulares en las entidades se aplica con criterios dispares; críticas de la Defensoría

Los primeros días de la aplicación de la norma para prohibir el uso de celulares en los bancos no lograron disipar las dudas sobre la efectividad de las medidas implementadas por las entidades para evitar salideras.

La práctica, de hecho, modificó algunos puntos de la idea original que impulsó el uso de bolsas plásticas para guardar los teléfonos móviles de los clientes mientras operan en el interior de las entidades: lo pensado como una obligación para todos los que ingresaran en las sucursales desde el martes pasado acabó siendo una opción para algunos.

"La forma de operativizar la medida fue permitirle a la gente que apagara y guardara los celulares. Los bancos se dieron cuenta de que ésta era una forma más fácil y más lógica de cumplir con la norma", señalaron fuentes de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba). "A quienes lo traen visible o en la mano se les entrega la bolsa para que lo guarden", aclararon.

De este modo, la propuesta por la que optó el grupo de bancos reunidos en esa entidad quedó relativizada. De antemano, la efectividad real de la idea había sido cuestionada por expertos en seguridad bancaria e incluso en voz baja algunos reconocían que duraría lo que duraran las bolsas. Para el lanzamiento se imprimieron tres millones de bolsas con la promoción de una campaña contra el uso de efectivo, también relacionada con los robos en salideras bancarias.

Lo sucedido con las bolsas no implica una desobediencia a la ley. Esa medida parte de la norma que intenta evitar salideras como la que tuvo por víctima a Carolina Piparo es una de las avaladas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Otra posibilidad para cumplir el requerimiento era la colocación de carteles que contribuyeran a difundir la prohibición entre los clientes bancarios. Esta fue la elegida por la mayoría de los bancos, es decir, los agrupados en la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), entre los que se encuentran el Santander, el Francés y el Citi, y Abappra, que reúne al Nación, el Provincia y el Credicoop, entre otros.

Para adecuarse, las entidades reforzaron la prohibición con nuevos indicadores en las zonas de atención al público, donde además, según afirmaron desde distintos bancos, el personal de seguridad privado fue capacitado para garantizar que nadie use el teléfono donde no esté permitido.

El banco Santander, que posee la mayor cantidad de clientes minoristas, puso a disposición sus propias bolsas. Los contenedores precintados para celulares son blancas, con la ilustración de un teléfono cruzado por una línea roja, que indica la prohibición.

 

Carteles indicadores

En cuanto a la colocación de carteles, ¿cuál es el cambio real en relación con el impedimento de hablar por celular en el interior de los bancos, vigente antes de la ley? "Antes, las entidades lo hacían como una medida de seguridad propia. Ahora, en cambio, eso forma parte de una ley y, por lo tanto, es obligatorio", explicaron en el Banco Central. La aclaración quiere decir que el incumplimiento establece la eventual aplicación de sanciones a los bancos.

Según pudo constatar La Nacion en bancos del microcentro porteño, la nueva cartelería suele encontrarse en los accesos a las entidades. Por lo general, se trata de letreros o calcos adhesivos en las puertas vidriadas que, aunque se encuentran a la vista, en ningún caso superan el tamaño de una hoja de cuaderno.

En la autoridad monetaria destacaron que el chequeo para constatar si los bancos están cumpliendo es constante, pero que "no existe un índice de acatamiento".

La Defensoría Adjunta del Pueblo de la ciudad, a cargo de Graciela Muñiz, decidió realizar su propio relevamiento. El primer lunes en que rigió la prohibición legal visitó sucursales de Caballito; el miércoles lo hizo en el centro y, el viernes, en Belgrano. La conclusión fue que no hay cambios importantes que permitan hablar de una mayor seguridad. "Vimos que las bolsas, en algunos casos, ni siquiera se ofrecen; que en otros ni siquiera el personal estaba enterado; que los carteles son pequeños en relación con las promociones y hasta vimos a una cajera mandando mensajes desde su celular", describió. Tras su paso por entidades públicas y privadas, Muñiz definió como "deficiente" la aplicación de la medida.

En tanto, todavía continúan colocándose las mamparas que tienen por objetivo constituir una barrera visual al frente de las cajas. Y resta completar el plan con la división lateral, algo para lo que hay plazo hasta el 30 de junio próximo.

Lo siguiente tendrá que ver con la infraestructura de las cajas de seguridad, más resistido por los bancos. Pero ese debate aún se mantiene puertas adentro.


"Me parece ridículo que te lo pidan porque lo ven y no porque lo lleves encima. Estoy todo el tiempo en bancos y uso el manos libres con el celular en el bolsillo"
.

Elizabeth Romero
Mandataria

 

"Mientras me atendían, la cajera estaba mandando un mensaje de texto. Si va a ser así, tanto lo de las mamparas como lo del celular no servirán para nada"
.

Jonatan Ingenthron
Gestor

Fuente: La Nación