Consumo: promociones y descuentos se reducen porque las ventas no paran

lunes, 15 de agosto de 2011

Cadenas de retails discontinúan ofertas. Las subas salariales reforzaron la capacidad de compra.

El consumo de los argentinos sigue firme y parece no haber acusado recibo de la renovada crisis internacional que se desató en las ultimas semanas e incluso de la incertidumbre propia de un año electoral como el que atraviesa la Argentina.

Tras el amesetamiento en el nivel de compras registrado en mayo y junio pasado en algunos sectores emblemáticos como electrodomésticos, la segunda parte del año arrancó con furia de la mano de las actualizaciones salariales y del cobro del medio aguinaldo.

Un dato a tener en cuenta es que los aumentos de este año están calculados sobre la base de la inflación de 2010, de casi 30 por ciento, mientras que las estimaciones privadas prevén un incremento del costo de vida para este año del 22 por ciento, lo cual deja un margen de autofinanciamiento interesante que ayuda a mantener un aumento del consumo estimado en más de cinco puntos.

Al mismo tiempo, este escenario de fuerte movimiento del mercado interno generó un cambio en la estrategia de financiamiento de las grandes cadenas de supermercados internacionales y nacionales, que de a poco están dejando de lado las promociones, descuentos y cuotas con tarjetas paran volver a los pagos únicos sin rebajas. Justamente, los números positivos del consumo les muestran que ya no es necesario pagar un mayor costo para mantener altos niveles de ventas como ocurrió desde finales de 2008 cuando el país sintió las olas del tsunami recesivo global.

Estrategias. Con el primer día de agosto colgado en el calendario, una de las cadenas de supermercados nacionales más grandes asentada en Rosario decidió abandonar todas las promociones con tarjetas de crédito así como el pago en cuotas sin interés con plásticos. El cambio de estrategia de la firma de capitales chilenos no fue el único del mercado, ya que la mayoría de sus pares a nivel nacional fueron abandonando los acuerdos de crédito al consumo acordado con algunos bancos.

El golpe de timón —que tiene sus riesgos por la costumbre de los consumidores de utilizar plásticos como medio de pago más común— se explica por el incremento en el poder de compra de los asalariados que vino de la mano de la entrada en vigencia a partir de julio de los acuerdos salariales sellados durante el primer semestre.

La economista de Universidad Austral, Ana Navarro de Gimbatti, consideró que los "grandes" del sector de la alimentación registraron el momento y empiezan a abandonar el «tarjeteo», un fenómeno que en realidad se viene viendo desde finales del año pasado y que nació en el último trimestre de 2008 con el estallido de la crisis internacional y la repercusión que la retracción global tuvo sobre la Argentina.

"En ese momento los supermercados, las tarjetas y los bancos decidieron financiar el consumo para poder sostener la ventas, ante la perspectiva de una recesión", explicó la docente, una estrategia comercial que implicó determinado costo para cada uno de esos tres actores.

"Para los financiadores valía la pena el esfuerzo con las ventas bajas, pero con la recuperación de la economía, registrada ya desde el año pasado, se empezó a ver menor financiamiento en ese sector, que va hacia una progresiva eliminación", dijo.

Una de las claves para entender la modificación de la estrategia de financiamiento tiene que ver con la relación entre aumentos salariales e inflación para 2011.

Gimbatti explicó que —según las estimaciones privadas y del organismo de estadísticas de la provincia (Ipec)—, el índice de precios al consumidor para este año se perfila en torno al 21 por ciento o 22 por ciento, una cifra que a esta altura del año pasado era más alta. Por eso, las paritarias de este año rondaron aumentos de entre 25 y 30 puntos, porque fueron calculadas sobre las cifras inflacionarias del año anterior.

"Esto hace que la capacidad de consumo no se vea afectada y siga siendo alta, porque la inflación es más baja y los sueldos un poco mayores porque aumentaron sobre el cálculo del año pasado", sintetizó.

Local. Por el lado de los supermercados de cercanía, desde la cámara que agrupa a los comercios locales y regionales aseguraron que el cambio de estrategia no los afecta, ya que nunca se subieron a los acuerdos entre grandes cadenas, bancos y tarjetas.

"Son promociones muy fuertes que algunas tarjetas arreglan con algunos bancos y las grandes cadenas, pero en general los comercios locales no han dispuesto ese tipo de arreglo", dijeron desde la Cámara de Supermercados de Rosario.

Desde esa entidad explicaron que sí se sumaron a algunas estrategias conjuntas con la tarjeta del Banco Nación pero "con otra lógica", y nunca con los niveles de ofertas que implicaban las grandes promociones.

"Era una herramienta importante para ellos y poseerlas era un atractivo importante, pero probablemente se trate de un reacomodamiento de las condiciones negociadas entre los diferentes actores, ya que nunca estuvo muy claro cuánto aportaba el comercio, cuanto la tarjeta y cuanto el banco", dijeron.

Respecto al ritmo de consumo local, desde esa entidad aseguraron que si bien sobre mediados de año "se tranquilizó" un poco en el rubro de alimentos los vaivenes nunca se sienten ni tan rápido ni tan profundo como en otros sectores, como el de los electrodomésticos: "alimentos no es el mejor termómetro de consumo porque los cambios se sienten con el tiempo". Aún así, descartaron que exista preocupación en el sector respecto a un parate del consumo.

Inflación

El Indec difundirá hoy la inflación de julio, que prevén rondará entre 0,7 y 0,8%, la mitad del cálculo privado.

Fuente: La Capital