políticas monetarias

Corralito, 10 años después

lunes, 05 de diciembre de 2011

Cuando se cumple una década del corralito bancario y del comienzo de la peor crisis de la historia argentina, la economía muestra una situación muy distinta. Los temas pendientes: depósitos a mediano plazo y más crédito productivo e hipotecario.

A mediados de enero de 2002, el jubilado Norberto Roglich fue a la sede Tandil del banco Bansud y, con una granada en la mano amenazó con volar el lugar si no le daban los 22.217 dólares que tenía depositados.
La inusual escena se enmarcó en momentos de alta turbulencia, en medio de protestas, cambios de presidentes y cacerolazos que sucedieron al corralito financiero decretado el sábado 1° de diciembre de 2001 y que comenzó a regir el lunes 3.
A 10 años de esa medida, que marcó el inicio de la peor crisis que vivió la historia argentina y que luego se profundizó con la devaluación, el corralón y la pesificación, la economía argentina transita un andarivel totalmente distinto. Aunque todavía quedan algunos coletazos.
Más concretamente, los controles cambiarios implementados luego de las elecciones despertaron el recuerdo de aquellos últimos meses de 2001 y primeros de 2002.
Hoy la situación no tiene nada que ver con aquella y, aunque alguna gente pueda tener temores, no hay riesgo de confiscación de depósitos. “Lo que llevó al corralito fue que en 2001 la economía se dirigía a una devaluación y un default , que afectaba a los bancos y eso generó la fuga de depósitos, sin que el Banco Central pudiera actuar como prestamista de última instancia”, dice el economista Gastón Utrera y agrega: “Hoy el escenario es totalmente distinto”.
Ecos lejanos. Una década después, el saldo de aquella profunda crisis (que afectó a los bancos, el mercado de capitales y pegó fuerte en la actividad económica) es un sistema financiero demasiado chico para los estándares internacionales.
El tamaño del sistema respecto al Producto Interno Bruto (PIB) es incluso menor al que había en noviembre de 2001, cuando los indicadores ya estaban en picada (ver infográfico “Cambio de rumbo” ). En el último mes de la convertibilidad, los préstamos representaban el 26,6 por ciento del PIB, ahora apenas superan el 13. Y los depósitos, que eran de 27,7 por ciento, hoy no llegan al 20.“Salvo las líneas especiales, con tasas subsidiadas del Gobierno –que son muy buenas y útiles– no hay un buen nivel de crédito para el sector productivo”, remarca Ercole Felippa, titular de la Unión Industrial de Córdoba. “Para esto se necesita la contraparte que es el ahorro a plazo”, acota.
“En los últimos tres o cuatro años los bancos tomaron un papel más importante y fueron un apoyo para las empresas. Aunque nada que ver con un país normal”, sostiene Horacio Parga, presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba y de la cámara de desarrollistas (Ceduc). “El crédito hipotecario sigue siendo la gran deuda”, dice Martín Dahan, flamante presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios (Cacic).
Este escenario se complicó en las últimas semanas con la suba de tasas de interés (correlato de los controles cambiarios), una situación que los empresarios y economistas esperan que se supere rápido.
Emilio Etchegorry, titular de la Cámara de Industriales Metalúrgicos, agrega que en prestación de servicios tanto bancos públicos como privados mejoraron. Y remarca que un tema pendiente es la transformación del impuesto al cheque en un tributo a cuenta.
“Para las pequeñas y medianas empresas el financiamiento bancario es escaso y caro”, dice Luis Oliva de la Cámara de Comercio de Córdoba.
Aunque la economía ya se normalizó completamente y está creciendo, el sistema financiero (hoy totalmente saneado) todavía siente estos leves coletazos que sólo el tiempo, y una conducta “intachable” ayudarán a mejorar.

Escenarios enfrentados

Noviembre de 2001
La economía estaba al borde del default por la abultada deuda pública, con vencimientos en el corto plazo, y el creciente déficit fiscal.

Regía la convertibilidad, pero el país se encaminaba a una devaluación, por la pérdida de competitividad externa.
Descalce de monedas. 70% de los depósitos estaba en dólares y 66% de los préstamos al sector privado era en moneda extranjera, pero la mayoría de los deudores tenía ingresos en pesos.
Por la convertibilidad, el BCRA no podía ser prestamista de última instancia.

La economía estaba en recesión, con deflación de precios.
Noviembre de 2011
La deuda pública ya no es un problema, bajó su participación y los vencimientos se reprogramaron. El déficit fiscal es incipiente, pero el Gobierno tiene instrumentos para revertirlo.
El Banco Central administra el tipo de cambio, con un deslizamiento del dólar.

Sólo 4% de los depósitos está en dólares. Los préstamos en dólares están colocados en empresas con ingresos en divisas (ligadas al comercio exterior).

Si lo necesitara, el Banco Central puede emitir para asistir a bancos en problemas.
La economía acumula años de crecimiento. La inflación supera el 20%.

Datos
-11%. Cayó el producto interno bruto (PIB) de Argentina en 2002. El año anterior, había caído 4,4%. A mediados de 2002, la economía tocó fondo y se empezó a recuperar. El dólar, que había superado los cuatro pesos en abril, se estabilizó. En mayo, el de­sempleo tocó un máximo de 21,5%.

Cronología de dos años agitado

Enero de 2001. Los organismos internacionales aprobaron para Argentina el “blindaje” financiero.
Marzo. Renuncia el ministro de Economía José Luis Machinea. Lo sucede Ricardo López Murphy.
Dura dos semanas. Fernando De la Rúa designa a Domingo Cavallo.
Julio. Cavallo anuncia la ley de “déficit cero”.
Julio. Argentina realiza un “megacanje” de deuda.
Julio. El Congreso aprueba un recorte del 13% de jubilaciones y sueldos estatales.
Agosto. El Congreso sanciona la ley de “intangibilidad de los depósitos”.
Noviembre. El Gobierno inicia otro proceso de reestructuración de la deuda. El riesgo país supera 3.000 puntos.
1° de diciembre. Se anuncia el corralito, que limita a 250 dólares (pesos), y luego se amplía a 1.000, por semana la cantidad que cada depositante podía retirar de su cuenta. Es libre el movimiento entre cuentas y con tarjeta de débito. Entra a regir el 3 de diciembre.
5 de diciembre. El Fondo Monetario Internacional (FMI) niega un préstamo al país. El Banco Mundial y el BID congelan fondos para Argentina.
13 de diciembre. Se realiza una huelga general y el 18 de diciembre comienzan saqueos. Imponen el estado de sitio.
20 de diciembre. Fernando de la Rúa renuncia. Asume el presidente provisional del Senado, Ramón Puerta.
23 de diciembre. La asamblea legislativa nombra a Adolfo Rodríguez Saá. Declara el default.
30 de diciembre. Rodríguez Saá renuncia, al igual que Puerta. Asume el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño.
1° de enero de 2002. La asamblea legislativa nombra a Eduardo Duhalde como nuevo presidente.
6 de enero. Duhalde pone fin a la Convertibilidad.
9 de enero. Se establece el tipo de cambio oficial en $ 1,4 por dólar. El ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, anuncia la reprogramación de los depósitos (corralón) que impedía sacar los fondos.
6 de febrero. Se decreta el Reordenamiento del Sistema Financiero: establece la pesificación asimétrica, préstamos a razón de $ 1 por dólar y depósitos a $ 1,4.
Abril. Asume Roberto Lavagna como ministro de Economía. El dólar llegó hasta cuatro pesos.
2002 y 2003. Se realizaron canjes de depósitos reprogramados por los Boden 2012 y Boden 2013. 

Fuente: La Voz