tarjetas de credito

Con el abandono de las promociones, peligra el nivel de consumo

martes, 27 de diciembre de 2011

Las primeras secuelas de la crisis internacional sobre uno de los pilares del modelo se empiezan a hacer evidentes con el encarecimiento del costo del dinero y la decisión de los bancos de retraer el disponible en el crédito y la salida del mercado con el abandono de los convenios con comercios para los importantes descuentos que se vieron hasta hoy. Tasa cero y cuotas a dos o tres años sin interés ya no serán la vedette de las compras.

Los bancos están dando los primeros golpes al mentón de la clase media argentina y dibujando un nuevo escenario, en detrimento de los optimistas limítrofes que creyeron que la crisis internacional no impactaría sobre los indicadores macroeconómicos de la economía nacional.
Y no se trata de un tema menor, ya que a mediados de mes las entidades financieras –responsables y respaldos directos de las tarjetas de crédito- notificaron a las grandes cadenas que luego de las fiestas navideñas salen del mercado de las promociones a tasa cero y financiación a dos o tres años.

Pero peor aún; algunos ya lo hicieron antes de la Navidad e incluso disminuyeron el monto disponible en los plástico, reduciéndolo desde un 25 por ciento en adelante, de acuerdo a la cara del cliente.
Y esto es consecuencia directa del aumento del riesgo crediticio por el agotamiento del crédito de gran parte de la población, el costo del fondeo y la incertidumbre que se vive en la sensible epidermis del sistema financiero; siempre renuente a convertirse en el Papá Noel del consumo, a pesar de haber sido 2011 uno de los años de mayores ganancias.
Tiene mayor, pero marche preso. Y de este modo, los gerentes de las grandes cadenas de consumo, especialmente electrodomésticos, ya recibieron la notificación que cuando Melchor, Gaspar y Baltasar direccionen sus camellos para los místicos desiertos de la fe, los bancos se estarán retirando de las estrategias de posicionamiento a partir de las increíbles promociones que en algunos casos permiten descuentos en más del 40 por ciento del precio de lista y hasta 36 meses sin interés.
Es que ya no es posible sostener este esquema con el costo del dinero creciendo a partir de un movimiento de tasas que no deja de crecer, pero con el agravante que en el último mes crecieron ocho por ciento las tasas de revolving, el verdadero negocio de los bancos.
Algunos empiezan a mirar este proceso con preocupación ya que en este diciembre caliente sólo las tarjetas sostuvieron el incipiente afloje del consumo –estimándose que una de cada dos compras se efectuó con tarjetas de crédito o débito-, sino que para muchos comercios la participación del plástico en las ventas inciden en un 50 por ciento, por lo que creen que la caída de las promociones afectará directamente a las empresas y generará un incremento en los costos.
Argumentos
“Las tasas se fueron muy alto y no es posible financiar al 30 -32 por ciento anual con costo cero y en 24 meses, y no hay que olvidarse que en algunos casos hasta se devolvía el 10 por ciento, de parte del comercio.
Los bancos generalmente corrían con el costo financiero de la tarjeta y la devolución la hacía el comercio; esto permitía ventas y fidelización a los negocios y posicionamiento a los bancos, que se quedaban con el negocio de la financiación y el posicionamiento que por otro medio sería mucho más onerosos”, explicó un gerente de un banco local que pidió anonimato para explicar el proceso.
Esto ya se advierte en algunos comercios. El titular de una zapatería prestigiosa explicó que en su negocio, generalmente, vendía 33 por ciento con tarjetas, 33 en efectivo y el otro tercio con financiamiento propio con cuenta corriente, pero dice que en diciembre sintió una caída del 45 por ciento de las ventas con respecto al año anterior.
El resentimiento, lo explican también los referentes locales con el argumento que al haberse saturado la capacidad de compra de la población y con gran parte de la demanda rezagada satisfecha, concentrarse en comer y en necesidades básicas parece ser el diferencial del tiempo que viene.
El comercio local tiene expectativas en cerrar el año con un 10 por ciento de crecimiento con respecto a diciembre de 2010, pero con la salvedad que no se trata de aspectos financieros o económicos, sino de unidades vendidas dentro de un ciclo inflacionario que no tiene solución de continuidad.
Para estas fiestas, el Centro Comercial e Industrial de Paraná, junto a la Federación Económica de Entre Ríos y la Coordinadora Argentina de la Mediana Empresa (Came), realizaron un convenio directo con la Asociación de Tarjetas de Crédito de la Argentina que mejora tasas y comisiones de los negocios para Navidad y Año Nuevo. Según señalaron desde la entidad, el acuerdo funciona muy bien, o al menos brinda un poco más de oxígeno a los comerciantes.
Sin embargo, el director ejecutivo del Centro Comercial de la capital provincial, Jorge López, hace una salvedad: “creo que se va a cumplir con una estimación de un diciembre, con respecto al año anterior, con un crecimiento no menor al 10 por ciento, pero de unidades vendidas, aunque en términos financieros debemos apostar a la ayuda que están brindando los planes de las tarjetas y la acreditación inmediata que significa para los comercios.
Por eso, es importante destacar que en términos económicos los valores son relativos. Por ejemplo: el año pasado una play station (una consola de video juegos) costaba 2.800 pesos; y este año sale 2.000, por lo cual no es lo mismo en las unidades vendidas. Pero si se venden plastilinas, la ecuación es distinta, porque el año pasado salía 17 pesos y este año sale 30. Lo que hay que ponderar después, caso por caso, es si se logran absorber los mayores costos para funcionar, especialmente salarios y los otros ítems clave”, comparó.
Para advertir la participación de las tarjetas en las compras sólo que asistir a algunos comercios y ver que “muchas personas preguntan antes en qué productos hay promociones con tarjetas antes de preguntar por un producto en especial”, aseguró un comerciante de la Peatonal.
Ante esto, se podría afirmar que la caída del consumo se morigera con una mayor participación de compras con tarjetas; o bien que el consumo se mantiene gracias a las tarjetas. Ambas formas serán parcialmente ciertas, según sea el lado que se la mire.
“Todo el año ha sido alentado por promoción de tarjetas, pero tengamos en cuenta que el cliente se había desbancarizado en el 2000, y se ha vuelto a rebancarizar y canaliza sus compras a través de la tarjeta, y eso en los comercios locales ha sido bueno”, dijo López.
Un consumo más racional
Todo indica que asistimos a una conducta de consumo menos compulsiva, donde “el cliente mira, recorre, piensa y luego decide”, según los comerciantes.
Pero también tiene que ver con que los costos de financiarse con el plástico se incrementaron un ocho por ciento el último tiempo.
“El revolving (la financiación del saldo de las tarjetas de crédito), que se mantuvo durante todo el año en un promedio del 28 por ciento, ahora subió al 36 por ciento, lo que representa un alza de 800 puntos básicos en apenas un par de meses.
Las entidades de buena base de banca retail (ventas) cobran en la actualidad entre 36 y 38 por ciento, contra 28 o 29 por ciento que cobraban antes. Pero las entidades más chicas tienen tasas por encima de 40 por ciento”, reveló Gustavo Jorge Giráldez, director de Zonabancos en una entrevista reciente.
Desde el Centro Comercial paranaense, por su parte, creen que esto se convertirá en “una limitante” que puede afectar las ventas en los primeros meses del año, y el dirigente cree que “estamos ante un escenario que plantea un futuro que no será fácil, donde los coletazos de la crisis internacional se notará, y que tendrá su correlato en el país.
A mi me parece que una de las cosas que el gobierno debe sostener es el empuje y estímulo al mercado interno para mantener el nivel de consumo. 

Fuente: AIM Digital