política monetaria
miércoles, 09 de enero de 2013
Los billetes emitidos por Cristina Kirchner desde que asumió en 2007 hasta el último día de 2012 podrían tapizar una superficie de 1755,2 hectáreas o poco más de 17 kilómetros cuadrados.
Con ellos se podría cubrir todo el barrio de Puerto Madero con una pila de ocho billetes de alto y sobraría papel moneda. También sobrarían si se usaran para recubrir todo Palermo con sólo uno de altura. Y como la presidenta Cristina Kirchner dice sentirse la reencarnación de una gran arquitecta egipcia, puede calcularse también que todo el papel moneda que mandó imprimir le habría alcanzado para recubrir toda la pirámide de Keops, la mayor de Egipto y el mundo, con una capa de 205 billetes de espesor.
Cuando Néstor Kirchner llegó al poder en mayo de 2003, había en circulación poco más de 527 millones de billetes de peso. Puestos en fila, habrían alcanzado para dar dos veces y un poco más la vuelta al mundo por el ecuador. Al finalizar 2012 había algo más de 3525 millones de unidades. Sólo los de cien pesos en poder del público y los bancos alcanzarían casi para llegar hasta la Luna. Y el total de papel moneda está cerca de alcanzar para completar un viaje de ida y vuelta.
NÉSTOR EMITIÓ MENOS
Cuando Néstor Kirchner juró su presidencia el total de billetes sólo habría alcanzado para cubrir dos veces y media Puerto Madero.
El kirchnerismo aumentó el circulante en papel por el equivalente a 2551 hectáreas. Algo así como lo suficiente para cubrir 5000 canchas de fútbol. La mayor parte correspondió a Cristina Kirchner. No sólo porque su esposo gobernó sólo por cuatro años y medio y ella lleva ya más de cinco. También porque ella aumentó el circulante sólo en 2012 casi tanto como su esposo durante toda su gestión.
Desde que llegó el kirchnerismo al poder el valor total en circulación se multiplicó por 37, pero, como señala el ex economista del Banco Central y actual asesor del Ciudad, Francisco Gismondi, el papel de mayor valor es el mismo. También señala que equivale a 20 dólares al tipo de cambio oficial o 15 en el paralelo. Cuando apareció eran 100 dólares. El Gobierno se niega a lanzar uno de mayor denominación. El diseño actual apareció en 1999 y entonces alcanzaba para llenar dos veces el tanque de un automóvil mediano con el combustible más caro. Hoy se necesitan más de tres para lo mismo.
En 2012 se entregaron al público y los bancos 715,9 millones de unidades de papel moneda, a un ritmo de casi dos millones por día, incluidos los no laborables. A ese ritmo promedio, en la primera semana de febrero próximo, Cristina habrá lanzado en poco más de un año más papel moneda que Néstor Kirchner en cuatro años y medio. Parte de la emisión realizada por Néstor Kirchner fue para reemplazar las cuasimonedas emitidas por las provincias (Patacón, Lecop, Quebracho, Evita, entre otros), que circulaban con efectos monetarios, pero no eran consideradas emisión por el Banco Central.
Al asumir Néstor Kirchner, todos los billetes de $ 100 habrían podido cubrir seis veces la imaginaria línea recta de casi 3700 kilómetros que une La Quiaca con Ushuaia.
Al despedir 2012 la hilera de billetes de 100 podría haber tenido 89 ejemplares de alto en la mitad del recorrido y 88 en el resto. Y 150 de altura si se hubiera usado el total de papeles en poder de particulares y bancos.
Fuente: La Nación
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