política monetaria

El Banco Central tiene cada vez menos fuentes de divisas para sumar reservas

martes, 19 de febrero de 2013

Sin ingresos netos por turismo, acceso al mercado de capitales ni grandes inversiones, al BCRA sólo le queda la balanza comercial

Como consecuencia de la inflación, el atraso cambiario y también algunas medidas adoptadas por el Gobierno para tratar de frenar la fuga de capitales, la Argentina tiene cada vez menos fuentes de divisas.

La situación contrasta con la de otros países de la región, que reciben grandes flujos de inversiones externas o tienen acceso al mercado internacional de capitales.

En 2012, de hecho, se cerró otro grifo: el sector turístico. En los últimos años, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la Argentina obtuvo un saldo favorable entre la entrada y la salida de divisas en concepto de turismo. El año pasado, sin embargo, se verificó un saldo negativo cercano a los u$s90 millones.

Si bien en el Gobierno aseguran que la mala situación del turismo receptivo responde a la crisis económica de los países desarrollados, las cifras muestran que sólo una pequeña parte de la baja en el arribo de turistas puede atribuirse a esa causa.

La mayor parte de la caída responde a un menor ingreso de turistas brasileños, que han optado por viajar a otros destinos. Los analistas aseguran que los menores arribos de extranjeros a la Argentina son consecuencia del encarecimiento de los precios locales medidos en dólares, lo que a su vez alienta la salida de argentinos al exterior.

El año pasado, como señaló Soledad Pérez Duhalde, coordinadora de Análisis Macroeconómico de abeceb.com, el Gobierno restringió la salida de divisas y el giro de utilidades al exterior. De acuerdo con el balance cambiario del Banco Central (BCRA), hasta el tercer trimestre del año pasado (último dato disponible) los egresos por concepto de "utilidades y dividendos" sumaron u$s110 millones. En el mismo período de 2011, antes de que el Gobierno prohibiera remitir utilidades, salieron más de u$s3.300 millones.

Por su parte, la "formación de activos externos del sector privado no financiero" -es decir, los dólares que los argentinos sacan al exterior- pasó de un saldo neto negativo de más de u$s18.000 millones a uno de "apenas" u$s3.567 millones.

Estas medidas, si bien evitan que el balance de pagos se deteriore aún más, no constituyen fuentes "reales" de divisas. Pérez Duhalde señaló que en otros países de la región, donde la inflación es mucho más baja, la gente no busca escapar de la moneda local. Y añadió: "Varias medidas que el Gobierno ha tomado para frenar la salida de divisas han significado una fuga de dólares por otro lado".

Es lo que ocurrió con los depósitos en dólares en los bancos, que cayeron como resultado de la incertidumbre provocada por el cepo cambiario. Al 31 de diciembre, según el BCRA, los depósitos en moneda extranjera sumaban u$s9.806 millones, es decir, u$s3.532 millones menos que un año atrás.

Esta caída (que sigue en lo que va de 2013) explica, en buena parte, la baja en las reservas internacionales del BCRA, que al cierre de 2012 se ubicaron en u$s43.290 millones, 6,7% menos que un año atrás.

Otra consecuencia del cepo cambiario fue la suba del dólar blue. Al respecto, un informe de la consultora Ecolatina señala:
"Pese al encarecimiento en dólares de los últimos años, el despegue del blue es un aliciente para los turistas extranjeros que traen efectivo al país, ya que al liquidar sus divisas en el mercado informal pueden hacer rendir más sus vacaciones. El problema es que al liquidar en el mercado informal esas divisas, no engrosan las arcas del Banco Central". Es decir, otra fuente de divisas que se cierra.

La Argentina, a diferencia de la mayoría de los países de la región, tampoco tiene acceso al mercado de capitales. En los últimos meses, países como Bolivia y Paraguay colocaron bonos sujetos a un interés inferior al 5%.

Por la mala calificación de su deuda soberana, la Argentina no tiene esta alternativa, lo que no afecta sólo al gobierno federal, sino también a las provincias y a las empresas, que no se pueden financiar en el exterior en condiciones favorables.

Según las Naciones Unidas, en 2012 la inversión extranjera directa que llegó a la Argentina sumó alrededor de u$s11.000 millones. Ese monto, además de estar "inflado", según los analistas, por las utilidades que no se pueden remitir al exterior, es inferior al registrado en países como Chile y Colombia y seis veces inferior al de Brasil.

En este contexto, la principal fuente de divisas que le queda al país es la balanza comercial, que en 2012, según el Indec, registró un superávit de u$s12.690 millones. Este resultado, no obstante, se consiguió a través de una contracción de 7% en las importaciones (las que más cayeron fueron las de bienes de capital), como resultado de las restricciones aplicadas por el Gobierno. Las exportaciones, que son las que generan las divisas, se contrajeron 3 por ciento. 

Fuente: iProfesional