política monetaria

El Banco Central no para de perder reservas: perforaron los 37.000 millones de dólares

martes, 27 de agosto de 2013

La cifra es la más baja en 6 años y 5 meses y eleva al 14,7% la caída en lo que va del año; analistas advierten que la estrategia del cepo fracasó

Las reservas perforaron ayer los 37.000 millones de dólares, para marcar un nuevo mínimo en seis años y cinco meses y dar otro testimonio de su involución.

Quedaron en US$ 36.924 millones, tras ceder US$ 79 millones respecto del viernes, según el dato provisional que difunde hacia el fin de cada jornada el Banco Central (BCRA). No mostraban nivel semejante desde el 3 de abril de 2007, cuando Néstor Kirchner todavía era presidente y la campaña que consagraría a su esposa, Cristina, como su sucesora ni siquiera había arrancado.

Es la primera vez que la entidad admite una tenencia inferior a US$ 37.000 millones en las cifras que difunde a diario. No la primera que sucede... Ese umbral ya había sido traspasado tres veces en las últimas cuatro semanas (los días 30 de julio y 13 y 14 de agosto), según pudo comprobarse al revisar los datos consolidados (que se conocen con algún rezago) y ver que los que previamente habían sido difundidos eran bastante más optimistas.

En todos los casos coincidían en ubicarlas por encima de los US$ 37.000 millones, y la diferencia más grosera ocurrió 30 de julio: ese día el BCRA informó una tenencia valuada en US$ 37.121 que, tras las revisiones de rigor, disminuiría hasta los 36.924 millones, curiosamente, el mismo monto reportado ayer.

De este modo, lo que tal vez fue una picardía contable más de la administración Kirchner para no reportar otra caída con valor simbólico en un activo estratégico para el país sólo sirvió para comprar tiempo.

Con la nueva baja las reservas caen US$ 6366 millones sólo en lo que va de 2013, es decir, declinaron 14,7% respecto de los US$ 43.290 millones con que el BCRA había iniciado el año. Y marcaron un nuevo hito en un declive que los analistas consideran "irreversible" en el corto y mediano plazo porque coinciden en que, de aquí en más, la economía local deberá lidiar con un contexto global menos favorable que al que se había acostumbrado en buena parte de la última década.

Lo inquietante es que deberá hacerlo con su "seguro anticrisis" -como justificaba hace unos años esta misma administración la política de acumulación de reservas- debilitado.

Si se traza un paralelo con una escalera, con peldaños por cada US$ 1000 millones, se trata del 6° retroceso de este activo en los poco menos de nueve meses que van del año; el 10° desde que se instauró el cepo cambiario (a fin de octubre de 2011) y el 15° desde el máximo superior a los 52.600 millones que el BCRA llegó a atesorar en enero de 2011.

Ese recurso sirve para mostrar que la pérdida tiende a acelerarse aun cuando el país sacó provecho este año de una cosecha récord vendida a precios internacionales cerca de los máximos históricos.

¿UNA ESTRATEGIA AGOTADA?

Para los economistas muestra el agotamiento del remedio al que apeló el Gobierno para tratar de lidiar con un escenario de restricción externa, siempre complejo para el país. Conceden que la estrategia represiva de la demanda de divisas fue exitosa para "ahorrar" millones de dólares. Pero advierten que en el gen de ese éxito está la raíz de su fracaso. "Al ser el Gobierno tan enfático en las restricciones, quitó todos los incentivos para ingresar divisas no comerciales al país", dicen.

Esto, en un contexto previsible de creciente demanda de dólares para atender los pagos del déficit energético en que se sumió al país (US$ 4700 millones anualizados) y de indudables incentivos para exportar consumos (vía turismo) por la sobrevaloración que infló el poder de compra en dólares del peso ante un tipo de cambio rezagado (US$ 7400 millones), hizo que las divisas disponibles pasen a ser insuficientes. Y se consuman, cada vez más rápidamente, las atesoradas en las reservas.

La cuenta de "ahorros" y "pérdidas" es reveladora. Según la consultora Quantum Finanzas, gracias al cepo (en sentido amplio) el país se ahorró egresos por casi US$ 20.000 millones por año. Por la "administración" de las importaciones, unos US$ 3000 millones/año; por las restricciones al giro de dividendos, unos US$ 2400 millones más; por el recorte parcial en el giro de regalías petroleras y mineras ,otros US$ 1000 millones, y por haber bloqueado la fuga de divisas unos US$ 13.000 millones más.

"Lo que no se previó o se subestimó fue que la obturación de vías de escape hizo que algunos canales de ingreso cambiaran de mano. Me refiero a la salida de depósitos en dólares de los bancos locales y a la anemia que pasaron a mostrar los ingresos por el canal financiero, al dejar de recibir financiamiento externo las provincias, los bancos, las empresas o retacearse lo aportes de capital por el temor a que sea dinero que luego no se pueda repatriar", explica el economista y consultor de empresas Federico Muñoz.

Según sus cálculos, el país así se perdió de recibir ingresos por unos US$ 19.000 millones en el último año (del segundo trimestre de 2012 a igual período de 2013). El comparativo muestra un empate entre beneficios y perjuicios del cepo. Pero, con déficit energético y turístico, lo que era empate deviene en derrota. Además, "el nuevo contexto global tenderá a disminuir las probabilidades de captar más dólares por el canal comercial", advirtió en su último informe la consultora Analytica 

Fuente: La Nación