finanzas
jueves, 15 de mayo de 2014
Motivadas por las altas tasas de interés que retraen la demanda, las entidades diversifican sus líneas de capital de trabajo. La meta de las pymes apunta a saldar lo inmediato: el pago de aguinaldos y financiamiento para franquiciados, entre otros. Los casos y la voz de los que prestan.
Históricamente, la relación entre pymes y bancos, en la Argentina, fue compleja. La versión de unos es que no hay acceso al crédito.
La de otros, que la falta de formalidad en los balances dificulta la concreción de operaciones. Hoy, el vínculo se enfrenta a nuevos ejes: las altas tasas de interés retraen la demanda y muchas empresas postergan sus decisiones de inversión. En un contexto macro con altibajos, la mirada parece buscar centrarse hacia el financiamiento a corto plazo, destinado al capital de trabajo, que se utiliza para incrementar el capital de giro del negocio, y a ofrecer líneas exclusivas para el pago de aguinaldos y para financiar franquiciados.
"Crece la demanda para evolución y capital de trabajo y, específicamente, en el descuento de valores, por las necesidades de liquidez para ampliar modos y condiciones de pago y cobro de las firmas", confirman desde el Banco Nación. "La demanda de créditos para capital de trabajo creció en 2013 y continúa", coincide Martín Lynch, gerente de Pymes de ICBC Argentina, entidad que ofrece, además, políticas de crédito simplificadas -esquemas pre aprobados o con requisitos mínimos y procesos de decisión rápida, desde 48 horas, para asistencias hasta $ 3 millones-. Por su parte, Mauricio Rodríguez, gerente de Pymes de Santander Río, confirma que el 54% de los fondos solicitados se destinan a capital de trabajo.
Del otro lado del mostrador, Sebastián Rottmann y Mariano Cacchiaonne cuentan que la primera vez que solicitaron un crédito fue en 2010, cuando lanzaban Skin Factory, fabricante de adhesivos para dispositivos móviles. "Nos resultaba difícil acceder y pedimos un préstamo personal para comprar un plotter", cuenta Rottmann. Cuatro años más tarde, con seis puntos de venta propios -se encuentran inaugurando tres, operación que demandó una inversión de $ 1 millón-, volvieron al ruedo bancario. "Tomamos un préstamo para pagar aguinaldos. Al estar bancarizados, fue fácil y se resolvió en menos de un mes. Pero acceder a un crédito más importante no es sencillo", agrega Rottmann, quien emplea a 30 personas.
"La línea de pago de aguinaldo es apreciada por la agilidad y tasas, que les permiten afrontar los compromisos del sueldo anual en seis cuotas mensuales", resalta José Luis Romani, gerente de Banca Empresa de Credicoop que, en 2013, otorgó préstamos por más de $ 30.000 millones, sin considerar descubierto en cuenta corriente ni comercio exterior.
Nuevas apuestas
El pasado no fue un año más para el sistema: los bancos ganaron $ 29.169 millones, un 50,2% más que lo obtenido en 2012,. En este contexto, los préstamos también hicieron lo suyo. "Del total de colocaciones al segmento Empresas, el 81% se destinó a líneas de evolución, en tanto que el 19% restante correspondió a líneas de inversión", comenta Juan Lasala, gerente de Banca Pymes del Banco Provincia.
El año pasado, T&T, una compañía familiar dedicada a la medicina laboral, nacida en 2007, tomó un crédito del Santander Río por $ 140.000. Lo utilizó para equipar una ambulancia y para comprar una segunda unidad. "Antes, alquilábamos. El alquiler de ambulancia está en $ 30.000 mensuales. El crédito nos permitió ahorrar costos", comenta Mariela Pedulli, fundadora, junto a su marido, Martín Maillo, de esta firma santafesina que brinda servicios a más de 100 empresas y emplea a 23 personas.
"La asistencia a pymes aumentó más del 50% en los últimos ocho meses. Este año, en vista de las bajas perspectivas de crecimiento, el BCRA apunta a consolidar su posición entre las pequeñas y medianas empresas, y el crecimiento de la cartera, en el primer trimestre, ronda el 9%", comparte Claudio Saffirio, gerente de Banca Mayorista de Banco Ciudad.
La entidad bancaria porteña busca incrementar su presencia en los distritos y polos industriales de la Ciudad, como el audiovisual, farmacéutico, de las artes, tecnológico y de la construcción. "En el distrito tecnológico, asistimos a 58 empresas de las 176 radicadas, por $ 170 millones. Estamos trabajando en calificar a empresas que se estarán radicando en la Zona Sur, que duplicaría la actual asistencia crediticia, otorgada por nuestra Institución", agrega Saffirio.
Entre los proyectos en cartera, está el financiamiento a empresas exportadoras de servicios, muchas de las cuales actualmente no están siendo asistidas por el sistema financiero.
De cara al segundo semestre, hay planes en carpeta que buscan reactivar el sector. "Es probable que contemos con fondeos del exterior para financiación de inversiones que complementarán las opciones actuales; sólo depende de que las ofertas que nos hacen se adapten a las opciones que entendemos que nuestros clientes necesitan", adelanta Daniel Salvatore, gerente Comercial de Itaú Empresas.
Pero una de las novedades llamativas es la que prepara el Supervielle. "Estamos desarrollando líneas para capital de inversión, que vamos a lanzar en junio, para proyectos de franquiciados", explica Fernando Milano, gerente de Segmento-Emprendedores y Pymes-Marketing en Banco Supervielle. "La franquicia es un negocio con una historia cierta del franquiciante, con información de todos los locales, y el proceso de selección de un franquiciado es exigente y ayuda forma de reducir el riesgo. Esas variables las tomamos para prestar una línea para franquiciados de hasta a 40% de la inversión inicial. Hoy, las líneas de crédito no consideran el flujo de fondo de la decisión de inversión. Empezamos a trabajar en ese sentido y decidimos dar seis meses de gracia, que no cobro interés ni capital. Es una tasa del 17,5% anual fija", completa.
Por su parte, el Banco Santander Río apunta al agro: "Para el segundo semestre tenemos intenciones de un nuevo proceso de financiación de tractores a través de concesionarias y fabricantes", adelanta Rodríguez.
Radiografía del sector
"Por cuarto semestre consecutivo, las empresas están solicitando, en su mayoría, fondos para la financiación de compra de rodados o maquinarias, bajo la línea de leasing con tasa de inversión productiva; fondos para financiar proyectos de inversión con garantías reales de hipoteca, destinados a reforma y construcción, y fondos para la financiación de capital de trabajo que, en este semestre, la tasa está aplicando para el descuento de cheques (40% de la línea utilizada). Cuando hablamos de capital de trabajo, las empresas toman deuda y lo habitual es que esa deuda la mantenga mientras dure su calificació", ilustran desde la gerencia de Banca Pyme de Banco Hipotecario.
El movimiento crediticio es cambiante y es difícil determinar variables que engloben a todo el mercado pyme, qué tipo de créditos y qué montos solicitan. "Tienen relación con la facturación mensual de cada cliente. Es habitual que se otorguen montos de líneas entre una y cinco veces de la facturación mensual, evaluando el tipo de garantías que puedan aportar (leasing, prendas, garantías hipotecarias)", comparte Juan Marotta, director de Banca de Empresas de HSBC Argentina.
"En cuanto a financiamiento; las necesidades van de $ 60.000, por líneas de capital de trabajo, hasta $ 600.000, en líneas de Inversión. En cuanto al destino, lo aplican tanto a la compra de mercadería o insumos, como a cubrir necesidades de reposición de equipamiento, de un utilitario o para que los asistamos en proyectos que contemplan la refacción, ampliación o remodelación de sus oficinas o depósitos comerciales, entre otros destinos", comentan desde Banco Galicia, donde más del 74% de la cartera de clientes son empresas pymes.
Justamente, la refacción de oficinas fue lo que motivó a Daniel Cantore, gerente Comercial de Artware, organización de consultoría y servicios tecnológicos Gold Partner de Microsoft, a buscar financiamiento bancario. Lo hizo a través de un crédito productivo (a una tasa definida por el Gobierno). El monto, $ 300.000, a devolver en 36 meses.
Pedir para crecer
Otra firma que buscó hacerse de capital, a fines del año pasado, para ampliar su espacio fue Olmo. Su número uno, Sergio Berman, tomó un crédito, a sola firma, de $ 700.000 para la construcción de un showroom. El trámite demoró dos meses. "La tasa era ventajosa (15,25%), a buen plazo (36 meses)", concede Berman, desde la empresa que emplea a 51 personas y tiene más de 1.000 clientes activos entre bicicleterías, casas de artículos para el hogar e Internet. Berman analiza tomar un segundo crédito, destinado a la compra de maquinarias y reformas en la planta.
"En los últimos años, se diversificó la oferta crediticia para las empresas más pequeñas. Ante una oferta tan amplia, es clave el rol de los bancos para acompañar a sus clientes en el proceso de crecimiento y facilitar la financiación que resulte más adecuada para sus negocios: líneas de corto plazo para financiar capital de trabajo y líneas de largo plazo para financiación de proyectos de inversión y adquisición bienes de capital. Si bien esta alineación entre destinos y plazos parece una obviedad, lograr que esta premisa se cumpla no es sencillo y es, en gran parte, responsabilidad de las entidades bancarias", admite Hernán Alegre, director de Banca Pyme del Citi.
En el presente inmediato, el desafío es conjunto: para los bancos, al repensar su oferta; para las pymes, al formalizar sus balances. Mayores novedades, dependerán, asimismo, del futuro de las tasas.
Fuente: El Cronista
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“No reclames que te dan de baja”
MARCELOBAINES opinó sobre Banco Galicia el 26/02/20
“irresponsables”
jimenap1989 opinó sobre Banco Galicia el 05/02/20
“Cautivo de este banco, pesimo! Rosario.”
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