reservas monetarias

El Gobierno le pedirá a China ampliar el swap de monedas para llegar con más reservas a octubre

miércoles, 29 de julio de 2015

El BCRA acordó sumar entre u$s 5000 y 11.000 millones más a la línea de financiamiento. Ahora deberán formalizarlo Cristina Fernández y su par Xi Jinping. Kicillof lo niega.

 El Banco Central pidió a su contraparte china, el Banco Popular, ampliar el swap de monedas que permitió a la autoridad monetaria sumar hasta el momento el equivalente en yuanes a u$s 8200 millones a sus reservas en préstamos de corto plazo, confiaron a El Cronista dos fuentes oficiales al tanto de la operación.

La intención de máxima del Gobierno es duplicar el cupo actual para intercambiar monedas, equivalente a u$s 11.000 millones. Según otra versión, la extensión pedida sería de u$s 5000 millones. Así, el monto disponible pasaría a entre u$s 16.000 y 22.000 millones.

La ampliación del swap no significará el uso efectivo de esa línea de contingencia, entienden en el Gobierno, sino tener la posibilidad de acudir a ese financiamiento en caso de ser necesario -y en momentos en que el cupo inicial se agota-.

Los desembolsos son automáticos y tienen un año de plazo, aunque puede renovarse por otros 365 días. El primero se efectuó el 31 de octubre pasado y será renovado cuando venza, previo pago de los intereses. Los pagos son en yuanes, que ya significan casi 24% de las reservas (que ayer cerraron en u$s 33.924 millones).

El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, mantuvo conversaciones con el Banco del Pueblo y consiguió el aval chino para duplicar el swap, afirmó una fuente oficial. En su opinión la línea debería cubrir un año de comercio bilateral como mínimo (alrededor de u$s 15.000 millones).

Las gestiones de Vanoli ahora deberán rubricarse con una conversación de alto nivel entre los presidentes Cristina Fernández y Xi Jinping para formalizar la extensión, de acuerdo con la misma fuente.

El presidente del BCRA pretendía tener todo listo para poder ampliar la línea de contingencia en 2016. Pero los tiempos se aceleraron hace dos semanas, cuando el juez de Nueva York, Thomas Griesa, habilitó a los fondos buitre a intentar bloquear los pagos del título Bonar 24 y cualquier otra emisión de deuda que intente el país.

Ese riesgo restringió las opciones de fondeo, en momentos en que el superávit comercial flaquea y la previa electoral presiona sobre el dólar. La divisa informal volvió ayer a rozar los $ 15.

La mira, por supuesto, está en octubre. El 3 de ese mes, el país debe saldar el pago de u$s 5900 millones del Boden 2015, a pocas semanas de las elecciones generales del 25. El pago se efectuará con reservas del BCRA. En la entidad monetaria sostienen que parte de ese dinero quedará en el país, por lo que la caída de reservas no será tan fuerte, salvo que, ante la incertidumbre electoral, los inversores opten por retirar las divisas del sistema financiero.

La ampliación terminará de acordarse después de las PASO del próximo domingo 9 de agosto, según una fuente oficial.

Ante la consulta de este diario, voceros del Ministerio de Economía de Axel Kicillof desmintieron que se avance en la ampliación del swap. Otras dos fuentes al tanto de las gestiones ratificaron la información.

El ministro y candidato a diputado por la Capital defendió ayer la profundización de relaciones con China en declaraciones a Radio Uno. "Con China hay una ventaja, necesitan comprar lo que nosotros producimos, esa relación comercial creció enormemente. En Estados Unidos, cuando llego, los fondos buitre me piden hasta la última moneda, y en China, que tienen una economía holgada, te dan crédito. El dólar es la moneda mundial, pero mira los líos que está generando en el mundo. China está tratando de generar una moneda que nos permita no depender de una moneda mundial", dijo Kicillof.

Además del swap cambiario, el Gobierno espera el ingreso de otros u$s 400 millones provenientes de China. Ese monto llegará en dos desembolsos trimestrales de unos u$s 200 millones cada uno en promedio para financiar la construcción de las represas de Santa Cruz.

Fuente: El Cronista