política monetaria

La tasa de Lebac saltó a casi 40% para allanar el camino a la devaluación

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Sturzenegger subió las tasas de las letras que coloca a los bancos. Las de más corto plazo pagan más que las largas, una señal que aspira a mostrar que habrá calma tras el salto del dólar. Por esto, plazos fijos subirán por encima de 30% en enero.

El Banco Central (BCRA) subió unos ocho puntos porcentuales las tasas que paga por las letras con las que regula la masa monetaria, como parte de un endurecimiento de la política monetaria preparatorio para una devaluación del peso que es inminente.

La entidad que conduce desde el lunes Federico Sturzenegger subió más las tasas de los papeles a plazos más cortos y menos las de los más largos, una "inversión de la curva" que sirve como señal de que pretende un cimbronazo cambiario en lo inmediato y una paulatina normalización en el mediano plazo. La letra a 35 días quedó en el 38% y en breve eso llevará a los plazos fijos por sobre el 30%. La base monetaria se expandió en más de $ 3.300 millones ayer.

En su segundo día en la entidad Sturzenegger condujo una licitación de Lebac muy diferente a las que se celebraban durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El ex presidente del Banco Ciudad, quien ya declaró que tendrá como principal objetivo combatir la inflación y no correr detrás del dólar, convalidó una abrupta suba en los rendimientos de las letras con las que regula la masa monetaria. Un día antes, en el llamado a licitación para la colocación de ayer, había revelado que no habría tasas predeterminadas en los dos plazos más cortos, como era habitual hasta la semana pasada. También había agregado dos plazos por debajo de los 90 días, el que generalmente era el más corto.

Cada martes el BCRA coloca letras a bancos a cambio los depósitos que éstos no logran colocar como préstamos. La operación tiene efecto monetario, ya que si la entidad logra emitir letras por montos mayores a los que vencen cada semana la cantidad de pesos en la calle se reduce y se dice que "aspiró" o "esterilizó" dinero. En cambio, si las nuevas colocaciones quedan por debajo de los vencimientos la masa monetaria se expande; se "inyectan" pesos a la calle.

El objetivo de esterilizar dinero, consecuente con la meta de contener a los precios, quedó en segundo plano ayer porque el BCRA rechazó la mayor parte de los pesos que le ofrecieron los bancos, atraídos por la fuerte suba de los rendimientos.

Los bancos ofrecieron $ 23.438 millones por las letras a 35, 56, 98,147 y 252 días que se licitaron ayer. Pero el BCRA sólo adjudicó $ 9045 millones de esas ofertas, ya que el resto fue ofrecido a tasas más altas de las que Sturzenegger quiso aprobar.

La prioridad del banquero central, acorde con el manual ortodoxo, fue dibujar una "curva invertida" de tasas. La letra a 35 días se adjudicó a una tasa del 38% anual, mientras que la de 252 días quedó en 35%.

Lo habitual es que se pague más tasa cuanto mayor es el plazo, pero eso cambió ayer. "Busca dar una señal que la suba es temporal para enfrentar la crisis cambiaria, y que en el corto-mediano plazo el sistema financiero va a convivir con tasas más bajas", explicó Gabriel Zelpo, analista de Elypsis.

El costo de dar la señal fue la inyección de $ 3314 millones a la calle, un quinto de lo que se ahorró de emitir el BCRA un día antes por el acuerdo sobre contratos futuros alcanzado el lunes con el Rofex y que restaría $ 15.000 millones a los pagos de la entidad en 2016.

El BCRA que dejó Alejandro Vanoli la semana pasada tras su renuncia expandía la masa monetaria al 41% anual. Por ahora, esa herencia no se revierte.

En las mesas de los bancos ayer miraban sorprendidos a los valores de la curva que dibujó Sturzenegger, esperaban tasas algo más altas que les garantizaran ganancias más jugosas. Por otro lado, casi no colocaron pesos en la letra más larga, apenas $ 837 millones del total, una prueba de que la señal de confianza que busca dar el nuevo gobierno para el mediano plazo todavía tiene cosas que probar.

Un operador bancario contaba ayer que casi no se tomaron plazos fijos de empresas, porque los gerentes financieros estaban expectantes a ver cuánto iba a pagar el Central. Las Lebac influyen sobre las tasas de todo el sistema.

Por normativa, la letra de 90 días le pone un piso a los plazos fijos minoristas y un techo a los préstamos al consumo. El plazo fijo minorista subirá por encima del 30% a partir de enero como resultado de la suba de tasas de ayer, las tasas de préstamos lo empezarán a sentir recién en febrero o marzo. Eso, siempre y cuando Sturzenegger no eliminelas tasas reguladas heredadas del Gobierno anterior, como algunos banqueros aseguran que les fuera prometido.

Pero además, al redefinir los rendimientos que obtienen los bancos, las subas en tasas Lebac transforman también las tasas que pagan por depósitos mayoristas con o sin normativa. 

Fuente: El Cronista