20 años no es nada: cómo será la vuelta del Nuevo Banco Quilmes

jueves, 23 de noviembre de 2017

Ricardo Fiorito le contó a Infobae detalles del plan para comprar la operación del Finansur. En 1997 le había vendido al Scotiabank y ahora volvería a funcionar en su histórica sede de Perón al 500.

Hace exactamente 20 años, cuando la Convertibilidad todavía estaba en su apogeo y se vivía a pleno el proceso de extranjerización de la banca, los canadienses de Scotiabank compraron las operaciones de Banco Quilmes, en aquel momento una de las entidades más fuertes del sistema. Ahora el presidente de aquella entidad, Ricardo Fiorito, está decidido a volver a la carga. Ya presentó ante el Banco Central el acuerdo privado para quedarse con las operaciones del Banco Finansur, la institución que es propiedad de Cristóbal López y que fue suspendida hace dos semanas.

Por lo pronto, se sabe que si llega el visto bueno de las autoridades la entidad se llamará Nuevo Banco Quilmes y quizás el dato más increíble es que su casa central volvería a funcionar en el histórico edificio de Perón (en aquel entonces Cangallo) 564. Hoy en ese inmueble funciona Adeba (la cámara que agrupa a las entidades de capital nacional) y fue alquilado por Banco Macro.

Ricardo Fiorito habló con Infobae y le contó que aquel inmueble es de su propiedad: "Cuando el Scotia decide dejar la Argentina luego del corralito nos presentamos y pudimos recuperar el inmueble, que venimos alquilando hace como quince años".

Al mismo tiempo, detalló que "ofrecimos un aporte de capital de USD 15 millones, pero por lo menos USD 10 millones quedarán en el juzgado mientras se define la situación del Grupo Indalo. Nuestro plan es volver a concentrarnos en el trato personalizado y en prestarle a las Pyme, que es nuestro fuerte".

Y compartió su visión optimista para los tiempos que vienen: "La gente demostró que no quiere más populismo aún cuando está viviendo tiempos difíciles. Y nuestra proyección es que la baja de la inflación ayudará mucho a la monetización de la economía, por lo que el sistema financiero tiene mucho espacio para seguir creciendo". El actual negocio que mantiene el ejecutivo junto con José Emperador, seguiría funcionando como una unidad independiente.

La compra del Finansur tiene sus complicaciones. No sólo el banco se encuentra suspendido, sino que además es el juez Julián Ercolini quien debe decidir si habilita la venta en forma separada del resto del Grupo Indalo, el holding del empresario del juego Cristóbal López. En la reunión que mantuvieron anteayer en el Central, participaron también Martín Redrado y Juan Basco, quienes fueron designados por López para manejar la venta de la institución.

El magistrado tiene a su cargo la causa contra el Grupo Indalo por el no pago del Impuesto a los Combustibles por más de $8.000 millones. Ahora es el BCRA quien deberá negociar con el juez para explicarle la conveniencia de que autorice la venta del Finansur al nuevo grupo comprador. "Si no lo hace, liquidar el banco no tendría ningún valor", explicaron desde el Banco Central en el encuentro.

Fiorito llevó además una carta de intención firmada por Ignacio Rosner, titular del fondo OP Investment y que a fin de octubre se hizo cargo de Indalo, quien da el visto bueno para la venta del 75% que posee en el Finansur. El otro 25% sigue en manos de Jorge Sánchez Córdova, con quien todavía no se sentaron a negociar. "Si se quiere quedar con ese porcentaje no me molesta", explicó Fiorito. Además, confirmó que se mantendrán los 155 puestos de trabajo aunque no descartó que se cierre alguna de las seis sucursales del banco, por ejemplo en Caleta Olivia o La Rioja.

El banquero explicó además que junto con su oferta "se sumará una decena de empresarios muy importantes que también aportarán capital y empezarán a operar con el banco. Es muy importante contar de entrada con una cantidad de depósitos para que tengamos flujos positivos de entrada".

La obsesión de Fiorito para relanzar Nuevo Banco Quilmes no es nueva. Ya en el 2011 se había presentado ante el Central para conseguir la aprobación y nunca lo logró. "Optamos por ir por el Finansur porque siempre es un poco más sencillo arrancar con una licencia ya existente, aún cuando esta operación tiene ciertas complejidades conocidas por todos", completó ante Infobae.
 

Fuente: Infobae