Bancos salen a importar reales por mayor demanda de viajes a Brasil

lunes, 14 de enero de 2019

En las entidades no preveían que tantos argentinos fueran a las playas brasileras. Debieron pedir el equivalente a u$s 3 millones en reales para satisfacer la demanda.

La demanda de reales superó a la oferta, y los bancos debieron salir a importarlos. El primer envío es por el equivalente a u$s 3 millones y podría haber un próximo envío en los próximos días de acuerdo a las necesidades.

El gerente de productos cambiarios de uno de los principales players de la City, que debió importar el equivalente a u$s 500.000, se confiesa ante este diario: "Se juntaron varias cuestiones. Por un lado, se preveía un verano flojo en Brasil y nadie daba dos mangos porque el argentino fuera a esas playas. Pero al final, si lo medimos en demanda de reales, la temporada no fue tan decepcionante y se está yendo mucha más gente de la que hubiéramos pensado".

Fallaron las estimaciones de los banqueros, que habían pensado algo sumamente flojo, prácticamente inexistente, y se terminaron sorprendiendo pro la cantidad de clientes que se acercaron al mostrador y a la web en demanda de esa moneda.

Es cierto que los banqueros deben hacer mucho equilibrio, porque no podían arriesgarse a tener capital parado en reales porque es tasa que se pierden al no colocar ese cash en Leliq, que pese a la baja de tasas, todavía les sigue dando casi un 5% mensual de ganancia.

"Esperábamos una temporada baja y entre tener capital inmovilizado en reales o haciendo tasa en Leliq, optamos por esta última opción. Por eso es que los reales empezaron a escasear en plaza, en especial en los bancos. En casas de cambio se pueden encontrar más porque ellos les compran a los brasileros, y hay un flujo interno en el turismo receptivo", se confiesa el directivo de uno de los bancos que más opera en el mercado de cambios.

Además, los reales no se traen de un día para el otro, porque por normativa de prevención de lavado de dinero los bancos deben importarlos a través de sus corresponsales que están en Estados Unidos, entonces el circuito que recorren los billetes es San PabloWashington-Buenos Aires, una triangulación que encarece los costos. Puede demorar cuatro días, entonces puede llegar a haber días de escasez de esos billetes.

De todos modos, cuando un banco decide importar reales, aprovecha y pide también una 'canasta' de monedas, donde suele incluir también dólares y euros. Los reales les cuestan un 3% de costo, más 1% que se suma por el traslado y la importación. Al ser un billete que no tiene tanta rotación como el dólar y es menos líquido, el spread (diferencia entre la punta compradora y la vendedora) es mayor.

Para el cliente que va a comprar, una de las claves para tratar de conseguir el mejor precio es ver que la pizarra no sea muy ancha, osea que entre el precio de compra y el de venta no haya mucha diferencia. Y comparar precios entre las distintas casas de cambio que pululan por todo el microcentro porteño. Por la zona de Sarmiento y San Martin hay una al lado de la otra, por lo que es clave ver las pizarras para tener en cuenta los precios antes de cambiar.

Lo otro que se debe tener en cuenta es no sacar plata del cajero del país de destino, porque hay bancos que cobran hasta $ 620 por cada movimiento que se haga en un ATM del exterior.

Modus operandi

¿Qué es lo último que sube a un avión y lo primero que desciende una vez que aterriza? La carga de dólares. La normativa indica que debería in un 'volador' armado, pero la norma es tan vieja que quedó en desuso: nadie la cumple, ya que no se puede viajar armado en un avión. Pero los billetes van en un envoltorio especial con precintos, como si fueran mercadería, pero con bolsas inviolables que permiten la trazabilidad, de modo de poder seguir el proceso.

La transportadora de caudales lo recibe en Ezeiza y en menos de 24 horas lo redistribuye a las sucursales bancarias tanto de la ciudad de Buenos Aires como del interior del país. Para las ciudades más alejadas van al Aeroparque para transportarlos por vía aérea a los billetes estadounidenses que vienen tanto desde la Reserva Federal como desde el Bank of America.
 

Fuente: El Cronista